Galletas para la Primera Comunión de Elena

           Normalmente suelo no poner dos recetas seguidas de dulces, pero este pasado sábado fue la Primera Comunión de Elenita, la más pequeña de la familia y la niña más bonita del mundo mundial. Todo lo que sea rosa no pasa inadvertido para ella, así que su carrito de dulce y chuches de la fiesta fue muy, muy rosa.

       La que escribe esto preparó unas cuantas galletas, entre otras cosas, y, como parece que estaban buenas, pues me pidieron que subiera la receta prontito. Aquí está y espero que os animéis a hacerlas. Es bien fácil y muy divertido.

     Ingredientes: 500 g. de harina normal, 250 g. de mantequilla a temperatura ambiente, 125 g. de azúcar glass, 10 cucharadas soperas de leche.

       Se mezcla todo a la vez y se amasa. Se hace una bola y se envuelve en papel film. Se pone en el frigo al menos 2 horas. Yo suelo hacer la masa de un día para otro. A estas galletas le puse una cucharadita de esencia de vainilla al amasar. Eso depende de lo que os guste y del aroma que queráis. 

      Para hornearlas, primero estiramos la masa entre dos papeles de hornear con un rodillo, dejando 1/2 cm. de grosor aproximadamente. Las cortamos con la forma que hayamos elegido y las ponemos sobre un papel de hornear y volvemos a ponerlas en el frigorífico. Así conseguiremos que no pierdan la forma al hornearse. Recomiendo no manipular mucho la masa, es decir, que el proceso de estirado de la misma sea rápido y que con la masa que haya quedado de los recortes, lo más que la volváis a amasar sea otra vez. con esto conseguimos que la superficie salga lisa y no se cuarteen.

      Me salieron dos hornadas con esta cantidad, es decir, lo que ocupan dos bandejas de horno. Cuando haya pasado al menos 1 hora desde que las volvimos a meter en el frigorífico, las horneamos con horno precalentado a 180 grados. Estarán cuando empiece a dorarse el borde. Las dejamos enfriar en una rejilla. No se decoran hasta que estén completamente frías. Yo las decoré de un día para otro.

       Esta vez las decoré con papel de azúcar. Se puede encargar en cualquier tienda de repostería con el dibujo que se le lleve. En esta ocasión encargué on line a María Lunarillos estos dos diseños que tenían. Tuve suficiente con dos hojas de tamaño A4.  Es tan fácil como recortar con el tamaño deseado y pegar sobre la galleta con pegamento comestible. Se guardan en bolsitas de celofán y se les pone un lazo o lo que más nos guste.

   Las que llevan palillo hay que pincharlo antes de hornearlas y ya se queda para poder pinchar en cualquier soporte.

    No quedó ni una galleta, ni de otros dulcecitos que hice y subiré en otra entrada. Lo mejor fue que a Elena le encantaron. Se me hacía un nudo en la garganta cuando la veía sin parar de comer galletas porque es bien malita para comer. Todo sea por esa muñequita que tenemos. Un beso grandote pero grandote para ti, corazón.

                    Así de guapa eres y así te pinta tu tío Paco.