domingo, 17 de enero de 2016

Galletas craqueladas de chocolate y naranja



          Cuando el alma está triste se hace difícil hasta lo fácil. Si le preguntas a alguien qué es lo que menos le cuesta hacer, creo que siempre dirá que lo que más le gusta. Pues a mí, afortunadamente hay muchas cosas que me gustan y de las que nunca hubiera pensado que me iba a costar prescindir de ellas, entre otras mi trabajo y la cocina. Pues del trabajo no me he alejado, hay que traer el pan a casa, pero ¡qué trabajito me está costando! y de la cocina ya podéis ver que mis recetas de unos meses acá son espaciadas por no decir casi inexistentes. Espero que sea cierto eso que todo el mundo te dice: "poco a poco". La ausencia inesperada de un ser tan querido se hace muy, muy dura.
    Voy a poner esta vez una receta dulce. Tenía tan olvidado el blog que ni me acordaba de cuál había sido la última receta que subí. Y mirando hacia atrás me he dado cuenta de que hace mucho tiempo ya que no pongo nada dulce. Aquí tenéis una receta que subo bien temprano para que podáis hacerla de merienda de domingo. Y más hoy que, con el frío que ya por fín nos ha visitado, apetece horno y chocolate.




     Ingredientes: 200 g de chocolate negro para postres, 60 g de mantequilla, 100 g de azúcar, 210 g de harina de trigo, 2 huevos, 1 cucharadita de levadura en polvo, 1 cucharadita de extracto de vainilla, ralladura de una naranja, sal y azúcar glas para decorar.

     Derretimos el chocolate con la mantequilla al baño maría y batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen volumen. Añadimos a los huevos el chocolate derretido, la pizca de sal, la ralladura y la vainilla. Meclamos todo hasta que se integre. A continuación añadimos la harina tamizada con la levadura y volvemos a mezclar hasta que tengamos hecha la masa. Guardamos la masa en el frigorífico durante una hora para que endurezca.


     Con una cuchara de postre cogemos porciones y vamos haciendo bolitas como si fueran trufas. Las rebozamos en azúcar glas y las aplastamos un poquito por el centro para que no queden tan redondas. Las colocamos en la bandeja de horno cubierta de papel de hornear de manera que queden un poco separadas enre sí. Crecen un poco al hornearse. Metemos en horno precalentado a 180 grados unos 12 minutos. Deben estar blanditas al sacarlas y ya con el aspecto que se aprecia en las fotografías. Dejamos templar para que endurezcan un poco. Es un bocado delicioso, mezcla de bizcochito y galleta y si, además os gusta la mezcla chocolate y galleta, como a mí me pasa, vais a disfrutar aún más.


     ¡Feliz domingo!
   

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