Este plato hacía ya muchísimos años que no lo hacía. No sé por qué ha pasado tanto tiempo con lo buena que está esta salsa. Es fácil de hacer y también adaptable para quienes no sean muy amnates del roquefort; se puede sustituir por ricotta, el queso que más os guste o, incluso, no poner ningún queso.
Ingredientes: 500 g de pasta (la que más os guste), una nuez de queso roquefort, 300 g de espinacas frescas, 1/2 litro de nata, 2 dientes de ajo, agua, sal, aceite de oliva.
Para la salsa ponemos la nata y el queso en una cazuela y se pone a hervir hasta que reduzca un poco.
Picamos las espinacas en juliana y las ponemos a freir con un poco de aceite y los ajos cortados en láminas. Cuando hayan perdido un poco la textura cruda, lo reservamos.
Hervimos la pasta con abundante agua, sal y aceite, el tiempo que sea necesario, según el tipo de pasta.
Ya sólo nos queda unir todo: la pasta cuando esté tierna y escurrida, la salsa de nata y queso y las espinacas. Podemos poner láminas de parmesano a la hora de servir en el plato.
Feliz semana y buen provecho!
Tienen muy buena pinta, yo me los pido con salsa roquefort, que me encanta. Lo que daría por un platito ahora!
ResponderEliminarBesos.