domingo, 22 de febrero de 2015

Focaccia de tomates secos, romero y aceite



     Como todavía estamos en invierno y ayer fue un día lluvioso, gris, húmedo... vamos de los de "hoymequedoencasasíosí", pues me puse con las manos en la masa y por fín hice esta receta que tenía pendiente desde este verano.
    Lo normal cuando se come focaccia es recordar esta o aquella que tomaste en este o aquel sitio de Italia o en este o aquel restaurante italiano; en mi caso nada de eso, me transporta al hemisferio sur, pero muy al sur. La isla de Zanzíbar y esos trozos de focaccia que, entre otros panes diferentes y palillos especiados, nos ponían a diario en la mesa cada cena y cada comida disdrutando de la tranquilidad, el clima y el turquesa del Índico. Creo que he conseguido clavar la focaccia que el chef del restaurante hacía. Hay que decir que era italiano y un crack mezclando tradición italiana y europea con los sabores y especias de África.
 
     Ingredientes: 600 g de harina de fuerza, 100 g de sémola 500 ml de agua, 3 g de levadura prensada, 40 g de copos de puré de patatas, 50 g de aceite de oliva más el que necesitemos para condimentar, 1 cucharada de azúcar, romero fresco, tomates secos en aceite, sal en escamas.

     He usado muy poca cantidad de levadura porque para conseguir un pan bien leudado, lo mejor son los tiempos de reposo o leudado que sean muy largos. Tiene como inconveniente que no es receta apta para impacientes, pero como ventaja que nos saldrá una miga esponjosa y además mientras leva una vez y otra podemos olvidarnos del pan y dededicarnos a otras cosas.
    Primero haremos la masa madre o prefermento. Para ello dividimos el cubilete que suele venir en los supermercados con la levadura prensada en 16 porciones, cada una de ellas pesará 1,5 g aproximadamente, Desleímos ese 1,5 g de levadura en 100 ml de agua y le añadimos 150 g de harina . Mezclamos y nos resultará una masa muy pegajosa. Cubrimos con film transparente y dejamos reposar toda la noche o entre 8 y 12 horas, dependiendo de la temperatura exterior.
   Al día siguiente nos encontraremos una masa llena de burbujas. Ponemos en dos recipientes 200 ml de agua en cada uno; a uno le añadimos otro 1,5 g de levadura y el azúcar y al otro la sal. Mezclamos cada uno de ellos por separado hasta que esté disuelta el azúcar y la levadura, y la sal.
   Ponemos en nuestra amasadora o bien a mano el prefermento junto con el agua con la levadura. Mezclamos en el robot y vamos añadiendo la harina restante, la sémola y los copos de puré, añadimos poco a poco, de manera que el robot esté en marcha. Cuando hayamos añadido la mitad de la harina ponemos el agua con la sal y seguimos mezclando y añadiendo la harina. Cuando esté todo bien mezclado, volvemos a cubrir con film transparente y dejamos reposar unas 3 horas, hasta que haya doblado su volumen.



   Pasado este tiempo, volcamos la masa en una superficie enharinada. nos costará trabajo manipularla, así que es mejor untarnos las manos con aceite. Llevamos los bordes hacia adentro como para hacer un hatillo, forramos una placa de horno con papel de hornear y cubrimos toda la superficie con abundante aceite de oliva. Colocamos la masa en la placa con los pliegues hacia abajo. Espolvoreamos la superficie con un poco de harina y la cubrimos con film tranparente. La dejamos reposar una hora más. Pasado este tiempo veremos que ha vuelto a doblar el volumen. Con las manos enharinadas aplastamos delicadamente la masa con cuidado de no eliminar el aire y le damos forma rectangular. Con un dedo hacemos algunos agujeritos por toda la masa y ponemos en ellos los toamtes secos y el romero. Condimentamos toda la superficie con la sal en escamas, aceite de oliva y hojas de romero. Metemos la focaccia en el horno a 220 grados unos 30 minutos. Se puede tomar recien sacada del horno, templada o fría. Parece complicado de hacer pero nos es así. Es más larga la explicación que lo que nos pueda parecer de complicada, Sólo hay que pensar que es un plato que hay que tener previsto con antelación porque necesita tiempos de reposo.



     Así sola o acompañando a una buena tabla de quesos o mantequilla es un delicia. Y no digamos ya con una buena mortadela de Bolonia!!!!! Feliz semana a todos.

2 comentarios:

  1. Carmen, la pinta es inmejorable!! Ya la tengo apuntada en pendientes, pronto caerá, seguro.
    Gracias por compartirla.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Isabel por estar siempre ahí. Con las manos que tienes seguro que la mejoras. Besos.

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