Tartaletas de tomate al pesto

       Hace unos días hice estas tartaletas como primer plato. Había comprado unos moldes desmontables pequeños, de tamaño individual, y estaba deseando estrenarlos. Soy muy aficionada a las quiches, pero al ver esta receta en la revista Lecturas decidí estrenarlos con un plato con sabor italiano y, sobre todo, con una buena salsa de pesto. Uhmmmmm!! Me encanta la mezcla de piñones y albahaca de esta salsa. 

    La recomiendo como aperitivo para las fechas que ya son inmediatas. Se puede hacer con volovanes o con tartaletas de bocado de las que venden ya hechas, pero os aseguro que el resultado de la mezcla del hojaldre con el tomate al pesto es irresistible.

     Ingredientes: hojaldre refrigerado para 6 tartaletas ( dos envases), mozzarella, vinagre de módena, 4 tomates maduros, 2 dientes de ajo, 16 hojas de albahaca, aceite de oliva, 3 cucharadas de piñones, queso parmesano rallado, pimienta, hojas de rúcola para decorar.

      Hacemos el pesto poniendo en el vaso de la batidora la albahaca, el aceite (medio vaso), el ajo, los piñones, el queso parmesano, y una pizca de sal. Lo batimos hasta obtener una salsa ligada.

      Practicamos dos cortes en forma de cruz en la base de los tomates y los escaldamos durante 2 minutos en un cazo con agua caliente. Los escurrimos y refrescamos con agua fría. Se pelan así más facilmente. Una vez pelados y quitadas las semillas, los cortamos en dados pequeños y los sofreimos con un diente de ajo picadito, la pimienta y aceite en una sartén a fuego muy bajo durante unos 20 minutos. Tienen que quedar tiernos pero  enteros. Los reservamos después de añadirles una cucharadita de café de vinagre de Módena.

    

     Mientras hemos estado haciendo el pesto y el relleno de tomate podíamos haber puesto a hornear nuesto hojaldre en los moldes. Unos 20 minutos a 200 grados. Siguiendo el mismo proceso que indico en cualquier receta que tengo de quiches (etiqueta tartas saladas). Una vez hechas las tartaletas, procedemos al montaje: ponemos una rodaja de mozarella en el fondo de cada molde, acontinuación el sofrito de tomate, lo regamos con el pesto y, por último, ponemos unas hojas de rúcola lavadas y secas. Lo servimos enseguida para que el hojaldre mantenga el crujiente.

   ¡¡¡ Buen provecho!!!