domingo, 30 de junio de 2013

Tarta Sacher con amor.



      Se acabó el curso!! Duro, no, muuy duro; pero soy de las que siempre intenta ver el lado positivo de las cosas y, a pesar de que en algunos momentos pensaba que ya era imposible continuar, he conseguido llegar a la meta.
   Aquí va una despedida dulce y amorosa. Un pastel de chocolate hecho en un molde en forma de corazón. ¿Por qué? Pues porque lleva dedicatoria. Una dedicatoria en forma de agradecimiento; siempre hay que estar disponibles a agradecer hasta lo que no parece ni merecerlo. 
   En primer lugar gracias a mis alumnos: mis dos cuartos el más tranquilo y el heavy (cómo me han puesto las pilas estos últimos!!!), mi primero de bachillerato (había algunas miradas tan ávidas de aprender que nunca olvidaré), mi segundo de bachillerato (este es el que ha conseguido arrancarme alguna lagrimita al despedirme: vosotr@s también me habéis domesticado y esponjado el alma al oiros decir en latín "Labor omnia vincit") y mi regalo sorpresa, el turno de tarde de mi "no asignatura", mis queridos adultos de nocturno, también me habéis enseñado que hay algun@s profesores se pierden conocer las ganas de superarse en la vida porque en algún momento de ella se perdió el tren o se cometió algún error. Como he dicho: ellos se lo pierden y se lo han perdido.
    Gracias a aquellos compañer@s que han estado a mi lado, corriendo peligro de represalias, por sus abrazos, sonrisas, palabras amigas, whatsApp, lágrimas compartidas, miradas elocuentes y detalles materiales. Nunca olvidaré vuestra sincera compañía y amistad. Gracias a quien me dijo que sentía no haber podido aprovecharme lo suficiente (frase que nunca olvidaré porque siempre será una persona referente en mi vida). Gracias a quien echaba de menos mis whatsApp porque hemos echado muchas carcajadas juntos. Gracias a mis compas de nocturno, Isa, prometo hacerte una visita, tu último abrazo nunca lo olvidaré. Habéis sido un remanso de paz en medio de un lago turbulento.
   Gracias también a quien me ha ignorado, me ha enseñado que, efectivamente, tampoco merezco tanto la pena. Gracias a quien ha paseado delante de mí con su pavoneo de creerse mejor por ser más joven, me ha arrancado una sonrisa al recordarme que ya he pasado de esas cosas y voy viendo más allá de lo externo (aunque mi marido me decía que si hacía eso es porque todavía veía rival en mí, jajaja, qué va a decir él que me escogió a mí entre todas las del mundo mundial, poco objetiva la observación). Gracias a quien tantas veces me ha dicho lo que le molestaba mi tono de voz porque me ha enseñado que todavía estamos muchos (yo me incluyo) que vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro. En fín, gracias hasta al más malo de los malos, porque me ha enseñado todo lo que una mala persona puede llegar a hacer y así, si alguna vez me veo en su lugar, saber lo que nunca, nunca, se debe hacer. 
    Por tod@s ahí va mi recetita. Es una tarta Sacher a mi manera.

   Ingredientes: 150 gr. de chocolate negro, 100 gr. de mantequilla, 150 gr. de azúcar, 4 huevos, 120 gr. de harina, 1 sobre de levadura en polvo.
    Para el almíbar: 1 taza de agua y 100 gr. de azúcar
    Para rellenar: mermelada de frambuesa.
    Para la cobertura: 50 gr. de aceite de girasol y 300 gr. de chocolate Postres Nestlé.

     Derretimos el chocolate en el microondas junto a la mantequilla y dejamos entibiar. Batimos el azúcar con las yemas de huevo y a continuación añadimos la mezcla de mantequilla y chocolate. Tamizamos la harina y la levadura y la vamos añadiendo poco a poco hasta que quede todo integrado. Por último, ponemos las claras montadas a punto de nieve. Engrasamos un molde redondo y vertemos la masa en él. Lo horneamos en horno previamente calentado a 180 grados unos 40 minutos.
    Mientras podemos hacer el almíbar hirviendo el agua y el azúcar durante unos 10 minutos aprox.
     Cuando el bizcocho esté hecho, lo dejamos enfriar en una rejilla y, cuando esté completamente frío, lo cortamos por la mitad para poder rellenarlo.

 
     Calamos las dos partes del bizcocho con el almíbar y sobre la capa que va a ir debajo, extendemos la mermelada de frambuesa (yo la caliento antes en el microondas y así también se empapa el bizcocho y queda aún más jugoso). Colocamos la capa de arriba y sólo queda cubrir con el chocolate de la cobertura que habremos derretido al baño maría junto al aceite.

   Para adornarlo, en esta ocasión, monté nata y le añadí azúcar y chocolate en polvo. La puse en una manga pastelera con una boquilla que hace esta forma como de volantes. Por último puse unas fresas que tenía a mano.


    Feliz verano a tod@s y a partir de ahora mis recetas serán menos porque me voy a la playita. Aunque, de vez en cuando, pondré alguna. Besos a tod@s.

6 comentarios:

  1. Tu cuarto heavy te echará de menos MCarmen, gracias por todo!

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  2. a un amigo se le quiere por como es,nunca por lo que querriamos que sea.Nos gusta como eres y te queremos tal cual.Muxus

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  3. QUE HAS LIAO AHORA EM

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  4. es que no se te puede dejar sola iya, a saber que habras montao en tu lycee. No merece escriVirte mas comentarios porque me piden captchas...kiss

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  5. La tarta promete estar riquísima, pero es tu comentario el que ha saciado mi alma!!!
    Nunca hubiera esperado tal sorpresa en un blog de recetas de cocina, enhorabuena y muchas gracias por hacer caso a los animadores y compartirlo.

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    1. Muchas gracias. Las cosas que se hacen con amor siempre tienen su recompensa y este blog así como tu comentario son prueba de ello. Gracias Rosario.

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