Quiche de morcilla de Burgos y manzana

     Hoy sigo con mis tartitas saladas, que tan apetecibles son en verano. Yo cojo una masa de hojaldre y soy feliz. Tengo algunas más que hemos degustado este verano y ya iré subiendo al blog. Esta quiche surgió como adaptación a un pintxo que probamos en Pamplona el año pasado y que a mis hijos les entusiasmó. Se llamaba Volcán de morcilla. En casa en lugar de volcán lo hemos comido horneado con hojaldre y no sabría con cuál de los dos quedarme; pues éste, ha pasado la prueba del jurado más duro (mis hijos, los incondicionales del volcán de morcilla). 

     INGREDIENTES: 1 oblea de hojaldre refrigerado (yo, de La Cocinera), una morcilla de Burgos, 1 manzana reineta, 2 huevos, 200 ml. de nata, un puñado de piñones,cebolla frita (Ikea o Mercadona) sal , pimienta y nuez moscada. Una nuez de mantequilla y un poquito de azúcar para caramelizar la manzana.

     En primer lugar tenemos que prehornear un poco la base de la tarta. Mis trucos para que me quede bien son: colacamos la masa sin estirar más de lo que ya viene, la dejamos caer sobre el molde (que debe ser desmontable) y vamos presionando con los dedos para que se adapte completamente a la forma del molde, una vez hecho recortamos lo que sobre por arriba quedando completamente a ras del filo del molde. Pinchamos con un tenedor toda la masa, incluso lo que rodea y lo metemos al congelador unos minutos. Cuando haya pasado este tiempo, sacamos del congelador y forramos con papel de aluminio toda la masa y sobre el papel ponemos peso para que no suba. Venden unas bolas de porcelana que ya compraré cuando las encuentre, pero mientras tanto yo uso garbanzos, que no tiro sino que los reutilizo cada vez que necesito hacer una base de tarta. Lo ponemos en el horno a 180 grados durante unos 10 minutos. hasta que esté un poco dorado pero no hecho del todo.

     Mientras se hornea la base, ponemos la manzana partida en gajos en una sartén antiadherente y la caramelizamos con una nuez de mantequilla y una cucharadita de azúcar. Estará cuando esté un poco dorada pero no blanda del todo, tiene que terminar de hacerse en el horno.

     Batimos los huevos, la nata, la sal, la pimienta y la nuez moscada. Cuando esté la base colocamos la manzana caramelizada, vertemos la mezcla de los huevos y coclocamos la morcilla cortada en rodajas, la cebolla crujiente y los piñones. La horneamos durante 15-20 minutos a 180 grados y se puede comer tanto fría como templada. A nosotros nos gusta más templadita.

     Espero que os guste.