martes, 22 de octubre de 2013

Tarta Pavlova



       Pues sí, nunca llueve a gusto de todos; aquí, en el sur, por fín hemos tenido un día nublado y con lluvia. El invierno pasado fue interminable y el verano parece que tampoco quería irse. ¡Qué me gusta a mí una tarde lluviosa en casa con la familia! Por eso, hoy toca tarta de fiesta. Una tarta que dejará sin palabras a quienes la vean y la degusten. 
     Jamás un postre que me parecía tan complicado, me ha resultado tan fácil. Siempre que la veía empezaba a babear y pensaba: imposible de hacer en casa. Pues me tiré a ella y aquí está. No me ha quedado tan bonita como las que se ven por ahí, pero os puedo asegurar que estaba riquísima. 
    Es una tarta con base de merengue horneado a baja temperatura, de forma que queda crujiente por fuera y cremoso por dentro. Sobre la base he puesto una capa de nata montada y, para terminar unas frutas del bosque. Tres texturas y una deliciosa mezcla de dulce y ácido.


     Ingredientes: 4 claras de huevo, 220 gr de azúcar glas ( mientras más fina sea mejor saldrá el merengue), 30 gr. de maizena, 2 cucharaditas de vinagre.
      Para la cobertura: 200 ml. de nata para montar, 2 cucharadas de azúcar normal, frutos rojos (podéis poner la fruta que os guste).

     Preparamos una fuente de horno y en un papel de hornear pintamos, con rotulador, un círculo de un tamaño aproximado de un plato de postre. Ponemos el papel con el dibujo hacia abajo sobre la bandeja de horno, así no entrará en contacto con el merengue.
     Precalentamos el horno a 150 grados y tamizamos la maizena y el azúcar. Reservamos.
     Montamos las claras a punto de nieve y cuando veamos que están casi montadas le vamos añadiendo poco a poco el azúcar sin dejar de batir. Nos debe quedar un merengue brillante y firme. A continuación le añadimos el vinagre y la maizena y lo mezclamos todo muy bien con una espátula, haciendo movimientos envolventes. Lo volcamos sobre el papel de horno, guiándonos del círculo que habíamos dibujado, y se le da forma con una cuchara. Bajamos la temperatura del horno a 100 grados y lo dejamos hornear durante 1 hora y media. Una vez transcurrido este tiempo, apagamos el horno y lo dejamos enfriar dentro, sin abrir la puerta. Yo lo dejé toda la noche hasta el día siguiente. Con esto ya tenemos prácticamente la tarta hecha. El resto es cubrirla de lo que queramos.


     Montamos la nata con las 2 cucharadas de azúcar. Retiramos con cuidado el merengue y lo colocamos sobre la bandeja de servir y ponemos sobre él la nata montada y por último los frutos rojos. No os recomiendo montarla con mucha antelación, se perdería el crujiente del merengue con la humedad de la nata. Yo lo tengo todo preparado y poco antes , como mucho una hora, la termino de montar. 

    Mirad el corte con las distintas texturas.



    Os aseguro que es muy fácil y exquisita.

 

2 comentarios:

  1. M.C. la tarta está espectacular!!!!!! Os recomiendo a todos los seguidores a que lo intentéis!!!!

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