Terrina de lenguado con salmón y gambas

     Hoy os propongo una receta muy apropiada para las fiestas que ya mismo tenemos aquí. No entraña mucha dificultad, se puede tener hecha con antelación y además de estar buenísima, es muy vistosa en la mesa.

     Ayer fué el día de la Inmaculada y tenía pensado poner esta receta para dedicarla a una Conchi muy especial, pero el tiempo se me echó encima y se la dedico hoy. Es un plato elegante, delicado, exquisito, nada complicado y bonito; tal como tú eres, Conchi, por eso lo tenía guardado para este día. Espero que lo hagas,o mejor, que tu cocinero favorito te lo haga esta Navidad. Besos, corazón.

     Ingredientes: 300 gr. de filetes de lenguado (yo usé congelados), 200 gr. de salmón fresco sin espinas y hecho tiras de un dedo, 250 gr. de gambas, 50 gr. de miga de pan, 1 tacita de leche, 1 ramita de perejil, 1/2 diente de ajo, 2 huevos, 1 cucharada de aceite de oliva, una cucharada de eneldo, sal y pimienta.

     Ponemos la miga de pan en remojo con la leche y reservamos. Separamos las yemas de las claras y montamos las claras a punto de nieve; también reservamos. Trituramos el lenguado junto al ajo, el perejil y el eneldo en una picadora y, a continuación, agregamos la miga de pan bien escurrrida y las yemas. Salpimentamos y mezclamos todo. Incorporamos las claras con movimientos envolventes, para que no se bajen mucho. Ya tenemos nuestra crema de lenguado lista.

      Ponemos las gambas en una sartén con la cucharada de aceite y las hacemos un poco. Ya sólo nos queda montar el molde. Para eso, untamos las paredes de un molde rectangular con mantequilla y lo forramos con papel de horno. Disponemos en el fondo una capa de crema de lenguado, se cubre a continuación con las tiras de salmón y encima de esta capa, otra capa de gambas. Volvemos a cubrir con crema de lenguado. Así podemos ir poniendo varias capas, teniendo en cuenta que debemos terminar con una de lenguado. Tapamos con papel sulfurizado y ponemos al baño maría en el horno precalentado a 180 grados, durante unos 40 minutos aproximadamente.  Hacemos la prueba del palillo para ver si está cuajado. Dejamos enfriar y pasamos a la nevera mínimo 4 horas. Desmoldamos y adornamos a nuestro gusto.