Antes de dar el pistoletazo de salida a las recetas de Navidad, voy a poner una muy adecuada a estas fechas; sin apenas calorías, para estar preparadas antes de las comilonas que nos esperan.
Tengo que decir que la tenía en el disco duro desde hace tiempo, en la época en que todavía la huerta daba tomates y todos los productos que forman parte de los ingredientes de este plato. Ni que decir tiene que el sabor cambia cualitativamente. No obstante, si queréis seguir disfrutando de un sabor auténtico a hortalizas de verdad, siempre queda la opción de utilizar productos ecológicos.
Ingredientes: 100 gr. de aceite de oliva, 300 gr. de calabacines, 300 gr. de berenjenas, 150 gr. de pimiento rojo, 150 gr. de pimiento verde, 300 gr. de cebolla, 1 kg. de tomates, 2 dientes de ajo, sal.
Lavamos y partimos todas las verduras en trozos. En casa nos gusta con trozos grandes, pero eso depende de cada cual cómo lo prefiera. Únicamente los tomates no los vamos a partir. Les quitamos la piel y las semillas y los trituramos. Ponemos a calentar el aceite y vamos friendo, a fuego medio, la cebolla. Cuando esté un poco pochada le añadimos los pimientos y los ajos; los dejamos que se hagan un poco. A continuación ponemos el calabacín y las berenjenas. Lo dejamos que poche todo un poco y, por último, agregamos el tomate con la sal. Dejamos todo, a fuego bajo, que se haga. Se tapa el recipiente para ayudar a que las verduras se pongan tiernas. Si, una vez terminado, vemos que está muy líquido, le podemos dar un poco de más fuego con la olla sin tapar. Pero vigilando que no se pegue.
Un plato de los de toda la vida con sabor a auténtica huerta. En casa nos gusta acompañarlo de un par de huevos fritos, pero de los de verdad, de los que tienen la clara que no se desparrama.
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