Hace ya mucho tiempo que este risotto forma parte del recetario común y repetido de la casa. Lo aprendí de unos italianos hace bastantes años y lo incorporé como si de una receta de familia se tratara.
No es el risotto de mantequilla, nata y demás que se suele ver por ahí, es a mi manera; con aceite de oliva y una pizca de mantequilla.
Espero que os guste tanto como a nosotros. Mis hijos lo prefieren al arroz a la cubana y eso ya dice bastante.
Ingredientes: Un bote de setas variadas, 75 gr. de arroz por persona (yo hice para 4), una cebolla, 1 diente de ajo, 1 litro de caldo de verduras (vale con pastilla), aceite de oliva, una nuez de mantequilla, sal y foie.
Ponemos a calentar el aceite en la cacerola y añadimos la cebolla partida en trozos pequeños; cuando empiece a estar pochada le añadimos el diente de ajo en trocitos y poco después la setas escurridas y lavadas. Cuando esté todo hecho le ponemos el arroz y la sal. Lo movemos bien para que el arroz se impregne de los sabores y empezamos a añadir el caldo, que debe estar templado. Le vamos añadiendo caldo poco a poco y moviendo y cada 2 o 3 minutos repetimos la operación hasta que veamos que el arroz está en su punto y con aspecto meloso. Al apartarlo le añadimos la nuez de mantequilla y lo removemos.
Ya sólo nos queda emplatar. Rellenamos un aro con el arroz, apretando bien para que quede en forma de timbal y encima ponemos un trocito de foie. El foie podemos pasarlo un momento por la sartén bien caliente, antes de emplatarlo, o servirlo tal cual. El calor del arroz hará que se derrita un poco y se integre con el arroz. Esto a gusto de cada cual.
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