Hace ya unos años estuve trabajando en Málaga y me invitaron a comer una familia en la que uno de los miembros era italiano. Como no podía ser de otro modo, la comida tenía esa mezcla ítalo-española que hace que sea un maridaje inolvidable.
A pesar de los años que han pasado todavía sigo cocinando esos raviolis exquisitos y ese risotto de setas que en otra ocasión pude degustar y compartir. Sé que andas muy lejos, Patri, pero cuando te hacen sentir como en tu casa, por muchos años que pasen, nunca lo olvidas. Gracias por vuestra hospitalidad y el mimo con que tu madre cocinó en aquellas ocasiones.
Ingredientes: 2 cajas de raviolis de Buittoni (al Brassato), media cebolla, 1 kilo de tomate triturado, 200 ml. de nata para cocinar, aceite, sal y albahaca fresca.
Ponemos la cebolla cortada en trozos medianos a pochar en aceite, cuando esté blandita le incorporamos el tomate y lo freimos a fuego medio-bajo. Mientras, ponemos a calentar abundante agua para hervir la pasta. Cuando el agua empiece a hervir, le añadimos un chorreón de aceite y sal. Le ponemos la pasta. Tarda muy poco en hacerse al ser fresca. Mientras hierve la pasta y veamos que ya está listo el tomate lo pasamos a un vaso de batidora y le añadimos la nata. Trituramos todo y tenemos nuestra salsa lista para emplatar.
Escurrimos los raviolis y los ponemos en una fuente para servir o en platos individuales. Los cubrimos con la salsa y espolvoreamos albahaca picadita por encima.
Facilísimo y rapidísimo. Ahí tenéis una receta para hacer esta semana que seguro repetís. Si os sale mucha salsa se puede congelar y ya tenéis para otra ocasión la salsa hecha.
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