Tarta de terciopelo rojo

     Por fin llegó la lluvia y apetece quedarse en casita, encender el horno y disfrutar de una buena merienda. Hoy hemos paladeado una de las tartas mejores que han pasado por mi horno. La pena es que las dos niñas de mis ojos (María y Elena) no han podido probarla; con lo que a ellas le gusta el rosa!!! La distancia hace que pasen estas cosas. Por eso os la envío por internet, para que hagáis como que la estáis comiendo con nosotros y vuestro primo Javier.

    No creáis que es sólo el aspecto la que la hace irresistible, el sabor es diferente a todas las demás tartas que he probado, no sabría definirlo, pero es espectacular.

     Ingredientes.

     Para el bizcocho:  240 gr. de aceite de oliva (yo lo tuesto un poco para quitarle el sabor a crudo), 240 gr. de buttermilk ( la compro en Aldi), 2 huevos XL, 2 cucharaditas de colorante rojo en gel, 1 cucharada sopera de vinagre blanco, 1 cucharadita de café de extracto de vainilla, 1 cucharada de café de bicarbonato sódico, 40 gr. de cacao en polvo (uso valor) 350 gr. de harina y 220 gr. de azúcar.

   Para la crema de cobertura: 350 gr. de mantequilla a temperatura ambiente, 100gr. de queso philadelphia, 150 gr. de chocolate blanco de cobertura, 260 gr. de azúcar glas ( de la comprada).

     Para elaborar el bizcocho batimos con las varillas el aceite, los huevos, la vainilla, el buttermilk, el colorante y la cucharada de vinagre hasta que quede bien mezclado. A esta mezcla le vamos añadiendo poco a poco la harina tamizada, el azúcar, el cacao y el bicarbonato. Se va batiendo con las varillas hasta que esté todo integrado.

     Se separa la masa en dos partes iguales y se vierte cada una de ellas sobe un molde engrasado; de los redondos de aluminio de usar y tirar que venden en los supermercados. Así conseguiremos dos discos exactamente iguales de bizcocho.

    Los ponemos al horno, previamente calentado, a 175 grados durante 30 minutos aprox. Hacemos la prueba del palillo que no falla. Dejamos enfriar y desmoldamos.

     Mientras preparamos la crema: Con las varillas batir la mantequuilla con el azúcar glas hasta que quede el azúcar bien integrado con textura cremosa. Añadir el queso y seguir batiendo. Derretir el chocolate en el microondas y añadirlo a la crema. Seguir batiendo todo.

   Para montar la tarta, ponemos 3 o 4 cucharadas de crema entre los dos bizcochos y los montamos. Cubrimos toda la tarta con una capa muy fina de crema. Se puede hacer con el dorso de una cuchara. Esto nos ayudará a que el adorno final quede más adherido al bizcocho. El resto de la crema lo ponemos en la manga pastelera y lo metemos al frigo durante 20 minutos aprox.

     Pasado este tiempo podemos comenzar ya la decoración de nuestra tarta. Yo he empezado haciendo una rosa en el centro (hay que usar boquilla rizada) y voy rellenando los huecos de toda la superficie de arriba. Por último recubro los laterales haciendo como unos palitos y ya está lista y preciosa. Hay que conservar en el frigo.

    No me digáis que no da gana de comérsela sólo con verla. Pues el sabor es todavía mejor que la vista. Animáos y hacerla.